Dos visiones sobre RE

País: España/Alemania
Intérpretes y coreógrafos: Nadine Gerspacher / Arias Fernández
Directora: Nadine Gerspacher
Asistente Coreográfica: Ombline Huvelle
Compositor Musical: Josep Maria Baldoma
Dramaturgia: Anna Castells
Diseñador de Luces: Zak Macro / Oli Lorenz
PRISMAFestival Internacional de Danza Contemporánea de Panamá (15.10.25)


Claustrofobia en Re

por Ana Sofía Camarga

Cia. Nadine Gerspacher vuelve una vez más a Panamá. Después de ver su impresionante y conmovedora puesta en escena en 2023* con la obra Non-Upgraded Existence, las expectativas del público eran altas.

En esta ocasión, Nadine nos visita en calidad de bailarina con un dueto, en compañía de Arias Fernández. Con su inigualable intersección de teatro y danza contemporánea narran la cruda visceralidad de la claustrofobia de la convivencia doméstica en pareja. La obra cruza distintas propuestas escénicas, desde la danza interpretativa y la coreografía de combate hasta un rap en vivo.

Para quienes asistieron a la función de Cia Lali Ayguadê la noche anterior en el Teatro Nacional los paralelismos son evidentes. Sin duda, esta décimo cuarta edición de PRISMA-Festival Internacional de Danza Contemporánea de Panamá está cargada de historias que abordan la memoria, el duelo y los conflictos interpersonales. Probablemente, un reflejo del actual caos sociopolítico a nivel mundial.

Es un placer ver una vez más cómo Cia. Nadine Gerspacher integra elementos de utilería en su coreografía. Más allá de establecer un ambiente, la utilería se integra a la coreografía y nos cuenta los diversos conflictos que aquejan a los personajes. Una planta muy pequeña para esconderse; una silla muy estrecha (aunque de acordeón, estirable) para poder mantener el espacio personal entre los dos personajes; una lámpara que estorba y no enciende: un espacio doméstico habitado por el conflicto. Los dos pares de zapatos son empuñados con las manos, son trasladados de un lado a otro del escenario, y nunca calzados, aludiendo al apego y la codependencia. Sus cuerpos se enredan, se trepan uno sobre el otro, se persiguen, y sin embargo nadie se va.

Los gestos faciales de Gerspacher y Fernández, bajo un rítmico juego de luces, se contorsionan en gritos ahogados cargados de frustración y rabia. El momento más impactante es cuando al compás de un pulso rítmico inician una escena de combate. ¿El enérgico conflicto propone qué tan distinto es un abrazo de una llave?

La ropa se convierte en un elemento utilitario más que les hace un solo ente. La elasticidad evoca la piel, que una vez despojada es la memoria. Las pieles se mudan, y ahora son otras personas.

Para sorpresa del público del Teatro Ateneo, Fernández irrumpe en un rap en vivo. Al inicio pienso que es una canción de C. Tangana que desconozco, pero en el conversatorio pos presentación nos revelan que es de su propia autoría.

Las luces se apagan y Gerspacher se acuesta sobre Fernández, como si se tratara de un lecho humano, sugiriendo que quizás nosotros también somos mobiliario dentro del hogar.


*[Nota de la autora: aquí mi reseña de 2023: corpoBLOG FESTIVAL PRISMA 2023: Entre placeres culposos]













Si nos persigue la sensación de haberlo vivido

Por Dionisio Guerra

Un cuarto oscuro donde elegimos todos los tipos de desencuentro como posibilidad de acercarnos. Un territorio que parece reconocido, pero que a la vez se ve diferente. Un espacio que puede plegarse y desplegarse, tragarse todo o desaparecer, con la misma facilidad de un buenos días. Una puerta que atravesamos de la mano de Nadine Gerspacher y Arias Fernández para presenciar tanto la entrega ideal como la entrega fallida, la entrega incomprendida y la entrega final.

Muchos de estos pensamientos atraviesan mi mente después de haber visto RE. Escenas del día a día que apuntan verdades e interrogantes con la misma respuesta en cada ocasión. Así lo vimos en esta obra presentada por Cia Nadine Gerspacher el miércoles 15 de octubre en el Teatro Ateneo de Ciudad del Saber durante la 14 edición de PRISMA–Festival Internacional de Danza Contemporánea de Panamá. Y, aunque las estamos contemplando por primera vez, nos persigue la sensación de haberlo vivido.

Hay una cercanía, una intimidad, una cotidianeidad tan evidente que casi roza en lo trillado. Sin embargo, en esta ocasión nos permite ir hasta las últimas consecuencias de las contrariedades de una relación de pareja. Una pareja puesta a prueba durante la pandemia reciente de coronavirus, como confirmó la coreógrafa y bailarina en un conversatorio posterior.

RE parece sencilla en su puesta en escena. Luces fijas, tenues, que apenas dejaban ver lo que pasaba. Música a veces imperceptible, o simplemente un oleaje o una ráfaga de viento para atenuar el discurso dramático. Elementos cotidianos, únicamente los necesarios: una lámpara, una planta en una maceta, una silla con la capacidad de menguar o ensancharse, tal cual lo experimentaba la historia que nos contaban.

El baile también aprovecha esa simpleza para enfatizar en las emociones. En lo que deja, en lo que se lleva, en lo que se permite componer en conjunto. Los bailarines no solo danzan, recrean pasajes propios o prestados de una crisis, por dentro y por fuera, y por esto están dispuestos a llegar a agotar todas las posibilidades: hasta hacerse polvo, hasta hacerse escombros, hasta hacerse pensamientos volando en una nube.


Ficha técnica ampliada: CIA. NADINE GERSPACHER (ALEMANIA/ESPAÑA) | RE. - PRISMA

Recorrido iconográfico con fotos de Raphael Salazar
















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